¿Qué es la Adicción?

La palabra “adicción” ha llegado a ser un término usado constantemente por todo el mundo en el idioma cotidiano.

La adicción es una enfermedad crónica y compleja que afecta el cerebro y el comportamiento de una persona. Se caracteriza por la búsqueda y el consumo compulsivo de sustancias o la participación en comportamientos a pesar de las consecuencias negativas. Las adicciones pueden ser tanto a sustancias químicas, como drogas o alcohol, como a comportamientos, como el juego, la comida, la tecnología o el trabajo.

Las adicciones a sustancias químicas suelen estar relacionadas con la dependencia física y psicológica de una droga, lo que conduce a síntomas de abstinencia cuando se intenta dejar de consumirla. Por otro lado, las adicciones conductuales se caracterizan por un comportamiento compulsivo y la incapacidad de controlar la conducta a pesar de las consecuencias negativas.

Las adicciones pueden tener un impacto devastador en la vida de una persona, afectando sus relaciones, su salud física y mental, su trabajo y su bienestar en general. La recuperación de una adicción generalmente implica tratamiento, apoyo terapéutico y cambios en el estilo de vida para aprender a vivir sin la sustancia o el comportamiento adictivo.

Es importante entender que la adicción es una enfermedad que no se debe juzgar ni estigmatizar, y que las personas que luchan contra ella necesitan comprensión, apoyo y tratamiento adecuado para superarla.

Proyecto Sobriedad hace esta aclaración, hablamos con cierto agrado y naturalidad de algunas de nuestras “adicciones”, usando este vocablo erróneamente para indicar actividades, hábitos o placeres que nos encanta experimentar o poseer. Es decir, que tiende a confundirse con una simple “inclinación” o “afición” por ciertas cosas. Aquí hablamos de la adicción en el sentido estricto de la palabra, y que implica mecanismos que afectan la salud física, mental o emocional, y que por lo tanto, interfieren con el funcionamiento normal de la persona en la vida diaria.